Menos es más, a menudo escuchas el dicho. Pero hay gente que ha hecho de este su estilo de vida: minimalista. Algunos incluso viven con menos de 100 objetos propios. Esta manera consciente de vivir puede contribuir a tener un menor impacto en el medio ambiente.
Para algunas personas el minimalismo tiene mucho que ver con la sostenibilidad en general. Simplemente porque automáticamente vives de forma mucho más consciente y, por lo tanto, también de forma mucho más sostenible. Y sí, literalmente llevas menos equipaje contigo. Y de eso se trata el minimalismo: concéntrate en lo esencial y deshazte del lastre innecesario.
¿CÓMO ME LIBRO DEL LASTRE INNECESARIO?
Empieza sobre todo en la cabeza. Por supuesto, ahora podrías simplemente limpiar todo tu apartamento de manera salvaje y radical, pero eso no sirve de nada sin un convencimiento real, ya que después terminaras comprando todo de nuevo.
Siempre ayuda revisar tus cosas y preguntarte: ¿He necesitado eso en los últimos 3 meses? ¿Lo necesitaré en los próximos 3 meses? Y luego tal vez incluso estimar cuánto dinero costó, es decir, cuánto dinero hay sin usar. Rápidamente surgen cosas en las que podrías haber gastado mejor el dinero.
PERO BUENO, SI EL DINERO YA SE GASTO, ¿ENTONCES PUEDO MANTENER LAS COSAS TAMBIÉN?
Por supuesto que podrás conservarlo, pero no le estas dando un uso y puede que todavía te estorbe. Creo que siempre es bueno saber que las cosas están realmente en un lugar donde tienen un buen uso y que están haciendo un buen trabajo. Regalar, vender o donar es siempre una excelente opción. Así es como creas espacio en casa. Si un objeto no nos aporta nada y no nos hace felices, ¿es necesario tenerlo? La respuesta puede ser sencilla si se piensa desde el punto de vista ecológico: menos es más.